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16 de diciembre de 2020

ENTREVISTA PARA EL DIARIO INFORMACIÓN. DICIEMBRE DE 2020

 

"EN ALICANTE PARECE QUE AVANZAMOS PERO SEGUIMOS IGUAL"
 
Momentos de Alicante. Por Gerardo Muñoz Lorente
 
Alfredo Campello, en un acto en recuerdo 
a los Mártires de la Libertad en la Explanada.
 
No es fácil encontrar a jóvenes interesados por la historia local, jóvenes que sientan curiosidad por la memoria colectiva de las ciudades o pueblos donde han nacido o viven. Menos fácil aún es encontrar a un joven que sienta pasión por la historia de los edificios, las calles y las plazas que recorre a diario. Alfredo Campello es uno de ellos. Desde su infancia, siente esa pasión por la historia de la ciudad donde nació, Alicante, y el pueblo donde ha vivido siempre, San Juan, una pasión nutrida por las viejas fotos y los recortes de prensa que guardaba su abuelo. 
 
Con el transcurrir de los años, Alfredo se ha convertido en un joven que está cruzando el umbral de su madurez, pero que sigue viviendo la historia de su ciudad y de su pueblo con la misma pasión de siempre. Cofundó las asociaciones culturales Alicante Vivo y Lloixa, ha sido pregonero de las Hogueras de Sant Joan d’Alacant y de las Fiestas de Benimagrell, ha escrito numerosos artículos sobre la historia de Alicante y de San Juan en INFORMACIÓN, ABC, El Mundo, La Verdad, Alicante Plaza y libros de fiestas. En su penúltimo libro, desgrana una por una la historia de todas y cada una de las calles actuales y desaparecidas del alicantino barrio de las Carolinas. En el último, «Alicante, a pie de calle», editado el año pasado, recopiló 74 de sus artículos. Próximamente publicará un libro sobre el callejero del barrio de Benalúa, en colaboración con Ernesto Martín, miembro también de Alicante Vivo. 
 
Alicante Vivo 
 
 «Cuando creamos la web de Alicante Vivo, hace ya trece o catorce años, nos dedicábamos a comentar fotos antiguas de la ciudad, fusilando artículos de otras personas. Al principio éramos un poco piratas –sonríe–. Pero enseguida aprendimos a citar las fuentes y a redactar nuestros propios artículos».
 
 Convirtieron Alicante Vivo en asociación cultural en 2008, coincidiendo con el aniversario del bombardeo de 1938. «Por aquellas fechas publicamos nuestro primer libro, una recopilación de artículos que habíamos sacado en la web, junto con otros nuevos fruto de nuestra investigación histórica. Lo titulamos “Relatos de una ciudad dormida”, sin mencionar el nombre de la ciudad, lo que fue un fallo, claro». 
 
En estos años, Alfredo y sus compañeros han planteado desde Alicante Vivo diversas propuestas, algunas de las cuales fueron aceptadas, como la rotulación de la plaza del 25 de Mayo y el Campo de los Almendros, así como la colocación de una placa en homenaje al ingeniero Francisco Mira en el Parque de la Tuna. «Descubrimos la vinculación alicantina de Ignacio Echevarría, asesinado en los atentados yihadistas de Londres, a quien se homenajeó poniendo su nombre a un parque en la Playa de San Juan», recuerda Alfredo. 
 
Alicante Vivo formó parte de la Comisión de Pleno del Ayuntamiento de Alicante que estudió los cambios en el callejero para cumplir con la Ley de Memoria Histórica. «Nuestra experiencia fue agridulce, pues actuamos como meros comparsas para justificar un trabajo que ya venía a documento cerrado. De hecho, nuestras propuestas no fueron admitidas. Pero cuando el juzgado tumbó la propuesta de rotulación del Ayuntamiento, las asociaciones vecinales se pusieron en contacto con nosotros para pedirnos nuestras propuestas, ya que no figuraban en ningún sitio. Gracias a ello, las cinco propuestas que hicimos están actualmente en el callejero». 
 
Conocer la historia de la ciudad 
 
 Alfredo se lamenta de que «en Alicante parece que avanzamos, pero seguimos siempre igual. Cada veinte o veinticinco años hacemos y deshacemos cosas, dando pasos adelante y atrás sin ningún sentido. Un ejemplo lo tenemos en la plaza de los Luceros: el suelo era de baldosa gris hasta finales de los 80. Dijeron que había que aislar al peatón y comercio del tráfico y pusieron jardineras. Después dijeron que había que abrir las aceras para que se viera la fuente y en la reforma de 2010 quitaron las jardineras, dejando la plaza como estaba. Otro ejemplo lo encontramos en la plaza Balmis: era de tierra y había una fuente; la pavimentaron, quitaron la fuente y colocaron jardineras y bancos seudomodernistas; pocos años después quitaron los bancos y las jardineras, dejaron la plaza lisa y volvieron a colocar la fuente». 
 
Este hacer y deshacer sin sentido está motivado, según Alfredo, por el desconocimiento de la historia de la ciudad del que adolecen los alicantinos, incluidas las autoridades locales. 
 
«Al contrario de lo que ocurre en otras ciudades, como Elche y Valencia, los alicantinos en general no conocemos la historia de nuestra ciudad. En muchos otros lugares, cualquier ciudadano puede hacer de “guía” sobre la historia de su ciudad. Aquí, además de la típica leyenda del salto de la reina mora, el alicantino de a pie no sabe ninguna historia real relacionada con la ciudad. Y conocer la historia es muy importante para aprender de los errores del pasado y no repetirlos. Nos lamentamos de errores como el cometido en la Casa Alberola, pero pasamos de los que se están cometiendo ahora, como el derribo de edificios y elementos emblemáticos o interesantes: ahí tenemos como ejemplos el puente de acceso al castillo de San Fernando o los edificios antiguos de las calles General Lacy y Benito Pérez Galdós, derribados antes de que fueran protegidos. Aunque no soy conservacionista a ultranza, en Alicante hay que serlo porque los políticos de todo signo, en dictadura y democracia, han arrasado nuestra ciudad y son muy pocos los edificios antiguos o históricamente valiosos que nos quedan». 
 
A pesar de los vacíos históricos que existen por culpa de la pérdida de documentación sufrida como consecuencia de la Guerra de los Pedros y el bombardeo de 1691, Alfredo considera que en la actualidad hay suficiente información para conocer la historia de Alicante. «Hay bastante información, si se busca. Muchas fuentes primarias no han sido apenas consultadas. Por ejemplo, proyectos urbanísticos como el de la fundación del barrio de San Gabriel». 
 
¿Pero es suficientemente conocida esta información por los alicantinos? La respuesta de Alfredo es rotunda: «No. Pese a los esfuerzos de algunas entidades, asociaciones y algún político en particular, no se ha hecho mucho por la difusión de nuestra historia. ¿Cuánto tiempo hace que el Ayuntamiento no publica un libro sobre la historia de la ciudad? Se editaron libritos de biografías de alicantinos ilustres e instituciones como la Gota de Leche y la Wagneriana que podían adquirirse por 1,50 o 2 euros, pero con el cambio de gobierno municipal en 2015 dejaron de editarse». 
 
Crónicas y cronistas 
 
 Opina Alfredo que hace falta una crónica oficial actualizada de la historia de la ciudad. Parte de la información que recogen los cuatro tomos publicados por el Ayuntamiento en 1990 ha quedado desfasada. Desde entonces, «se ha investigado bastante y se ha escrito y publicado mucho acerca de la historia de Alicante». 
 
Recuerda Alfredo que no hay crónica oficial desde la de Viravens, que acaba a mediados del siglo XIX, hasta 1900, que comienza la crónica de Enrique Cutillas y que prolongó Balsalobre hasta 1983. «Pero hay que tener en cuenta que la crónica de Viravens es muy deficiente, por fantasiosa y falta de rigor», advierte, antes de distinguir entre los cronistas de antes y después del siglo XX. «De los cronistas oficiales opino que los del siglo XIX no son válidos para estudiar la historia de la ciudad. Como he dicho, Viravens fue un cronista nefasto. Y de los del siglo XX, aunque mejoraron con respecto a los anteriores, algunos como Vidal Tur siguieron usando metodología decimonónica, aun en plena década de 1970. Vidal Tur adolece de parcialidad manifiesta franquista, cambia y manipula a su antojo, llegando a contradecirse». 
 
 «Las crónicas de Cutillas son mucho mejores que las anteriores, pero deberían reeditarse incluyendo la bibliografía y las notas que fueron suprimidas en la edición por parte del Ayuntamiento». 
 
Sostiene Alfredo que el cronista no debe estar influido por las ideologías ni las batallas políticas. 
 
 En cuanto a la figura actual del cronista oficial, Alfredo cree que es necesaria para que recoja de manera fidedigna lo sucedido en la ciudad durante los últimos años. Porque, si no, «dentro de cien o doscientos años, parte de la documentación digital que ahora tenemos se habrá perdido y habría importantes lagunas de información». 
 
www.gerardomunoz.es 
 
Publicado en INFORMACIÓN el 14 de diciembre de 2020

8 de enero de 2020

ENTREVISTAS AL AUTOR POR EL LIBRO "ALICANTE, A PIE DE CALLE" (2)



A continuación podéis ver la entrevista realizada por Mara Avi para el programa La Explanada de AlacantíTV y la entrevista en Radio Alicante-Cadena SER para el programa Hoy por Hoy.




Para saber más de este libro, pincha AQUÍ


26 de noviembre de 2018

ENTREVISTAS AL AUTOR POR EL LIBRO "LOS NOMBRES DE LAS CALLES DE ALICANTE. BARRIO DE LAS CAROLINAS" (1)


Aquí tenéis la entrevista realizada por José Manuel Caturla para el diario Información (26/11/2018) con motivo de la publicación del libro "Los nombres de las calles de Alicante. Barrio de las Carolinas". También podéis consultarla directamente desde la web del diario pinchando AQUÍ.



Daniel Terol realizó esta entrevista para Alicante Plaza el 22 de noviembre de 2018. También podéis consultarla directamente desde la web del diario digital pinchando AQUÍ.



LAS CAROLINAS: CUANDO UN CONFLICTO INTERNACIONAL PONE NOMBRE A TU BARRIO. 
Alfredo Campello publica nuevo libro y habla de las calles de Alicante. 
Daniel Terol
22/11/2018 - ALICANTE.  
 
Alfredo Campello con un ejemplar de su nuevo libro en las manos. Fotos: AP

El investigador y divulgador histórico Alfredo Campello, colaborador habitual de Alicante Plaza, acaba de publicar el libro Los nombres de las calles de Alicante. Barrio de las Carolinas, de la mano de la editorial Temporae. Su primer trabajo en solitario después de haber elaborado anteriormente otras cinco publicaciones en colaboración con asociaciones y administraciones públicas. Y es que a él le gusta investigar, descubrir, escribir y también contarlo. Por lo que todo eso, unido al apego emocional que siente por ese conocido barrio de Alicante, le llevó a empezar a trabajar sobre las calles que allí han ido rotulándose a lo largo de la historia. "Parte de mi familia es de Carolinas y además quería empezar a escribir sobre el callejero de la ciudad centrándome en una zona que fuera popular y conocida", explica Alfredo. De hecho, barajó dos lugares antes de iniciar la investigación y también contemplaba Benalúa. Así que todo hace prever que hasta allí nos llevará la siguiente parada. 
El libro habla del origen de los nombres de todas y cada una de las vías que han existido en esa demarcación administrativa de la ciudad, incluso de los proyectos de nomenclatura que no llegaron a hacerse realidad, todo ello en escrupuloso orden cronológico. Engloba Carolinas Altas por la parte norte, además de Carolinas Bajas por la parte sur. Dos barrios que acabaron uniéndose en uno solo. Porque como es normal, la rotulación se iba creando en función de las propuestas de urbanización que iban surgiendo. Y el barrio nacía por Carolinas Bajas como un ensanche de San Antón, prolongándose la calle Sevilla y la calle Valencia para dar lugar a la calle San Carlos. "Un nombre que no se refiere a ningún Santo sino al dueño de los terrenos que se llamaba Carlos", comenta. Al parecer, algo habitual.

Ese momento en el que comenzaban a construir las primeras casas, coincidía en el tiempo con la llamada Crisis de las Carolinas. Un conflicto que enfrentó en 1885 a España con Alemania por la posesión del archipiélago de las islas Carolinas en el océano Pacífico. "La prensa de la época cuenta cómo la gente de la ciudad denominaba popularmente al barrio con el nombre de Las Carolinas porque las pocas viviendas que se erigían en aquel terreno parecían un archipiélago de islotes cuando se veían desde el Castillo de Santa Bárbara", recuerda Alfredo. A partir de ahí fueron construyéndose nuevas casas y rotulándose las vías que se iban creando. Pero en la mayoría de los casos eran nombres que poco tenían que ver con la idiosincrasia del barrio. "Carolinas debe ser el único barrio de la ciudad en el que sus vecinos nunca han dado nombre a una calles", comenta. Aunque existen dos excepciones que son Lorenzo Llaneras, antes con calle en Carolinas y ahora en San Blas, y el canónigo Genestar, un cura que trabajó mucho por la juventud de la zona y que todavía conserva la calle.



"Es la antítesis del barrio de Benalúa en el que todos sus fundadores tienen una calle", explica Alfredo. Por contra, esas rotulaciones se iban ejecutando en función de los gustos y la ideología política de los vecinos. De hecho, comenta, "es muy curioso porque en este libro se incluye un texto inédito del médico Ángel Pascual Devesa, facilitado por sus familiares, donde se explica ese proceso". Y ese hecho hacía que las calles se repitieran, como en el caso de Antonio Maura, que tenía calle en Carolinas y también en el Plá, aunque ahora solo conserva la segunda. Pero otro ejemplo es Canalejas, que llegó a acumular hasta cinco calles en diferentes barrios de Alicante. "Eso fue así hasta que, en los años 20, Franciscco Montero Pérez hizo una propuesta al ayuntamiento para rotular calles sin nombre con el de personas ilustres de Alicante. Un momento en el que se inicia un proceso de limpieza del callejero para evitar confusiones. "En base a los documentos de esta época se puede saber a quién están dedicadas muchas calles, ya que en algunos casos el nombre lleva a confusión pensado que es una persona cuando en realidad es otra", explica.

Como bien explica su autor, el libro responde a una necesidad de abordar esta temática por lo poco que hay escrito sobre ella. Una forma de conservar la historia y hacerla perdurar en el tiempo. Y en ese sentido Alfredo Campello ya había escrito otros libros como el Callejero Biográfico de Sant Joan d'Alacant en 2008, junto con el propio ayuntamiento del municipio, así como Apéndice al callejero biográfico de Sant Joan d'Alacant, publicado en 2015. "Lo poco que se conocía de Alicante era el libro del presbítero y cronista de la provincia Gonzalo Vidal Tur, el cuál contenía muchísimos datos que históricamente han sido corregidos", afirma. Por su parte, Montero Pérez había tratado de escribir un libro recopilando sus distintos artículos publicados en prensa pero, curiosamente, según explica Alfredo, fue Vidal Tur quien le dio la extrema unción y se hizo en ese último momento con todo su archivo personal. Unos textos que formaron parte del libro que posteriormente publicó, ampliado con otras cosas. "En esas ampliaciones Vidal Tur comete muchos errores sobre las biografías de personas que no son correctas", comenta.

Valiéndose de documentos originales disponibles en el ayuntamiento, además de las propuestas de rotulación, más los planos y las propuestas de construcción de las casas y el hecho de contrastar el contenido de los libros de estos dos autores mencionados, Alfredo Campello ha ido hallando la verdad en un proceso que le ha llevado un año de trabajo, realizado principalmente desde el archivo municipal. Una labor que en parte ha sido motivada por la propia editorial al contactar con la asociación Alicante Vivo para llevar a cabo esta tarea. Una asociación a la que pertenece Alfredo y con la que ya ha publicado otros proyectos como Relatos de una ciudad dormida, en 2009. Pero a su texto le acompañan además muchas imágenes del barrio aportadas por los vecinos, el ayuntamiento y el colegio de arquitectos. La guinda de un libro que se presentará públicamente el próximo 4 de diciembre. Será a las 20 horas en la librería 80 Mundos, acompañado por la periodista Lola Torrent y el escritor Miguel Pérez Oca.

Para saber más sobre este libro pincha AQUÍ.





11 de noviembre de 2018

NUEVO LIBRO "LOS NOMBRES DE LAS CALLES DE ALICANTE. BARRIO DE LAS CAROLINAS"






¿Sabía usted que un conflicto con Alemania por la posesión de unas islas del Pacífico acabó por dar el nombre al barrio alicantino de las Carolinas allá por 1885? ¿Y que durante años, por desidia municipal, fueron los vecinos los que dieron los nombres a las calles del barrio según su ideología política o gustos literarios? Es más ¿sabía usted que incluso hay calles en las Carolinas que están dedicadas a personas que jamás han existido? 

Las Carolinas –Altas y Bajas– ha sido siempre uno de los barrios más populares y populosos de Alicante. Casi podíamos decir que hasta mediados del siglo xx se hacía vida de pueblo. Hasta tal punto que cuando sus vecinos cogían el tranvía o el autobús no «bajaban al centro» sino que «se iban a Alicante». Es un barrio planificado por aquellos primeros vecinos. Sus calles no siempre salieron todo lo rectas que debieran y el resultado final no se ajustó nunca a lo trazado en los planos... si existían, claro. 

Partiendo de fuentes primarias de información, especialmente del Archivo Municipal de Alicante, este libro recupera la memoria histórica del callejero de las Carolinas y los personajes que rotulan sus calles. Analiza además los múltiples cambios de nombre que han sufrido sus calles con cada cambio de régimen político. Una historia repleta de datos curiosos –e incluso sorprendentes– muchos de los cuales ven la luz por vez primera.





A continuación podréis ver la entrevista que me hizo Mara Avi para su programa La Explanada de AlacantíTV:




Podéis adquirir el libro en los siguientes establecimientos:

- Librería 80 Mundos (Av. General Marvá, 14)
- Librería CILSA (Calle Italia, 6)
- Librería Pynchon & Co. (Calle Segura, 22)
- Librería Logos (Calle 9 de Octubre, 57. Antes, 30 de Marzo)
- Ateneo Cómics (Calle Serrano, 10)
- FNAC Alicante (Av. Estación, 5)
- Casa del Libro. Alicante (Calle Poeta Vila y Blanco, 8)
- El Corte Inglés. Alicante (Av. Federico Soto, 1)
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